Erase una vez un rey
que lejos vivía,
cuál poder y grandeza
éste tenía.
Vivía en soledad y él
mucho se aburría,
hasta esta brillante
idea que se le ocurrió un día.
Para no aburrirse, a
9 juglares llamó,
bailando y riendo
como un niño se divirtió.
Para que nunca se
fuesen, un hechizo conjuró,
y por siempre, este
hechizo permaneció.
Ellos daban vueltas
alrededor del rey,
y estos movimientos
se convirtieron en ley.
Uno de ellos
consiguió escapar,
y en esa red maldita
nunca más volvió a estar.
Un día un hombre lo
descubrió,
y muy asombrado
quedó.
A toda su gente lo
contó,
y este señor a la
historia pasó.
Diego, Carlos H. y Juancho
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